¿ESTAMOS COMO PAÍS PREPARADOS PARA HACER FRENTE A LAS CIBERAMENAZAS?

Conclusiones sobre el informe «Índice mundial de ciberseguridad y perfiles de ciberbienestar»

Ciberseguridad: España se mide al resto de naciones en el ranking IMC

Pocas personas quedan sin la idea clara de la importancia de proteger los equipos, dispositivos móviles y la información que se genera en las organizaciones tanto su manejo como la transmisión, etc. Las amenazas externas son evidentes y el enorme riesgo que enfrentamos, real. Las organizaciones no son ajenas y con más o menos ímpetu, se preparan para protegerse pero, ¿qué ocurre a nivel nacional?, ¿Cómo de preparada se encuentra España frente al resto de países?

Según el informe de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), un 40% de la población mundial aproximadamente son usuarios de internet (en España un 71.57% del total de su población) y ciertamente un objetivo apetecible para piratas informáticos tengan el objetivo que tengan, robos de identidad, fraudes, hackeos, ataques organizados phishing, etc.

El informe “Índice mundial de ciberseguridad y perfiles de ciberbienestar” detalla la preparación de todos los países frente a ciberamenazas mediante una calificación determinada por indicadores tales como legales, técnicas, orgánicas, capacitación y cooperación nacional e internacional. El resultado, un ranking en el que podemos localizar, afortunadamente, a España rápidamente.

El ranking ubica a España a nivel mundial en la posición veintitrés por índice y en la novena por clasificación lo cual denota que nuestro país está centrado en la problemática que suponen las ciberamenazas. Si bien, es cierto que nos queda mucho trabajo por hacer y es que estamos por detrás de numerosos países sin el peso económico de España tanto en Europa como a nivel mundial ya sea Eslovaquia, Uruguay o Letonia. Podemos congratularnos de, atendiendo a los indicadores, nuestra capacidad legislativa y técnica a nivel de los países más avanzados e incluso nuestra capacitación o nivel organizativo, algo nada desdeñable. Nuestro déficit se encuentra claramente en la capacidad de cooperación y esto es un factor crítico dada la naturaleza de los ciberataques y los mecanismos de ciberseguridad.

Estamos asistiendo a momentos clave en el desarrollo de las TIC y sus aplicaciones a organizaciones, industrias, administraciones y ciudades enteras. Los avances son notables, los esfuerzos encomiables, pero hemos de ser conscientes que nos queda un largo recorrido por delante. Probablemente de un trayecto que no tiene fin.

Y es por esto que empresas como Inycom deben aportar, y aportan, a las entidades tanto privadas como públicas, toda su experiencia y capacidad para avanzar en ciberseguridad porque la ciberdelincuencia no se detiene y evoluciona. Nosotros tampoco.

 

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