Un paso adelante fue una serie de televisión española emitida en la cadena Antena 3 en la década del 2000. En la misma, unos alumnos de artes escénicas tienen que demostrar que sobresalen sobre los demás compañeros en las asignaturas que se les imparten gracias al duro trabajo, esfuerzo, dedicación, preparación y rendimiento que tienen que realizar para conseguir su sueño.
Diecisiete años después, estos principios de competitividad siguen vigentes en nuestra sociedad y como no podía ser de otra manera, en el mundo empresarial. Las previsiones de IDC sobre el gasto en tecnologías de Transformación Digital (DX) en todo el mundo alcanzarán los 1.200 millones de dólares en 2017, y para el año 2020 el negocio de las compañías y su competitividad dependerá de su capacidad de generar nuevos productos y servicios.
La Transformación Digital es un proceso necesario para conseguir ser competitivos en un mercado global y digital y ha llegado para quedarse.
Implica un cambio en la manera de hacer las cosas y de relacionarse con los clientes y este cambio ha encontrado en la tecnología su catalizador. Es un cambio estratégico que alcanza a toda la organización y debe ser la dirección de la empresa su principal valedor.
Pero, ¿cómo afronto el proceso de Transformación Digital? ¿cómo empiezo? ¿qué pasos tengo que dar?
Las empresas, al margen de la cultura reactiva al cambio de las personas y de la inseguridad que genera, tienen 3 limitaciones a la hora de ponerse en marcha:
- El desconocimiento de la tecnología que cataliza el cambio
- El desconocimiento de sus habilitadores
- El desconocimiento de los pasos para su implantación
Lo primero de todo es poner foco en las necesidades del cliente y ponerlo realmente en el centro de nuestra organización, teniendo una visión global de todas las relaciones que tenemos con él. El cliente es el que nos va a dar las claves.
Para abordar el cambio necesito conocer muy bien las necesidades de nuestro cliente, los procesos de mi propia empresa y la tecnología que puedo utilizar como palanca.
Con todo ello podremos generar un mapa conceptual de procesos-tecnología e interrelación entre ellos con foco en el cliente, que nos permitirá definir las líneas de acción y el plan de implantación.
En Inycom estamos para ayudaros en todo este proceso pero, ¡es a vosotros a quien os toca dar un paso adelante!
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