¿Tienes trazabilidad?
Ya sea en vaso, bebida, batida, congelada, etc., la leche es un alimento elemental para muchas personas en todo el mundo, ¡y es absolutamente deliciosa! Pero no nos engañemos, detrás de este básico en nuestra cesta de la compra, se esconde un trabajo duro para garantizar su seguridad. Lograr que estos procesos sean sencillos y eficientes es lograr uno clientes satisfechos.
Hablamos de leche como un ejemplo de todo el sector agroalimentario pero la trazabilidad afecta a cualquier empresa industrial que busca la calidad de su producción, por no hablar de sectores dónde el cumplimiento normativo es extremadamente exigente como puede ser el farmacéutico.
Trazabilidad completa desde la granja a la mesa
¿Qué características crees que debería tener un proceso de trazable ideal de tu cadena de suministros? Como mínimo sería:
- Digital
- Plenamente integrado
- En tiempo real
- Orientado a la demanda
- Escalable
Continuando con el ejemplo de la leche, contemplaría desde el seguimiento de las vacas lecheras hasta la recepción de actualizaciones en tiempo real sobre la entrega de materias primas, la producción, la distribución y, en última instancia, cuando los productos terminados llegan a su ubicación final.
¿Y qué características esperarías que tuviera un sistema de gestión y control para lograr una imagen detallada de la trazabilidad? Debería cubrir aspectos como:
En la central lechera
- Tecnología RFID para la identificación de animales registros de alimentación y control de las variables del proceso.
- Recepción de alertas y notificaciones si las condiciones del proceso superan la tolerancia.
- Mantenimiento de registros electrónicos y seguimiento del rendimiento.
- Gestión y seguimiento de pedidos y entregas programadas.
En el tránsito
- Telemetría para supervisar las condiciones de almacenamiento y otras variables importantes del proceso.
- Recepción de alertas y notificaciones si las condiciones del proceso superan la tolerancia. (Esta es recurrente 😉)
- Seguimiento del producto en tiempo real sobre su ubicación a medida que se desplaza desde la central lechera hasta el cliente final.
- Disponer de registros de conformidad detallados para seguir la cadena de custodia y garantizar que el producto es seguro. Vamos, todo preparado y a mano para una auditoría.
En la fábrica
- Seguimiento del inventario para permitir una gestión de la cadena de suministro «just in time» que garantice la frescura.
- Gestión electrónica de los registros de control de calidad, APPCC, CIP y de seguridad alimentaria.
- Supervisión del rendimiento de la producción en tiempo real.
- Seguimiento de los registros genealógicos de los productos.
En el distribuidor
- Control y gestión de los pedidos programados para su entrega.
- Recepción de alertas y notificaciones si las condiciones del proceso superan la tolerancia.
- Acceso a los registros de distribución para hacer un seguimiento adecuado de los lotes y garantizar un plan de retirada de productos si fuera necesario.
- Actualizaciones sobre el estado de los pedidos pendientes.
En la tienda
- Acceso a los registros de distribución para garantizar un plan de retirada de productos si fuera necesario. (¡El seguimiento ha de ser completo!)
- Acceso a datos para conocer la demanda de productos y la capacidad de producción.
- Disponer de registros detallados de la cadena de custodia para, incluso al final de la cadena, saber que el producto es seguro.
Trazabilidad completa para todos
Ya sea en una central lechera, una fábrica de zumos [mira este Caso de Éxito de Eckes Granini], de conservas [mira este Caso de Éxito de Jealsa] o una empresa farmacéutica [mira este Caso de Éxito de Pfizer] y, en definitiva, cualquier industria, lograr una trazabilidad completa y de la manera más sencilla posible no es ninguna quimera.
Con soluciones MES/MOM como TrakSYS es así de sencillo obtener información en tiempo real sobre la trazabilidad de toda tu cadena de suministro, desde las materias primas hasta el almacenamiento y la distribución de los productos acabados. No sé qué opinarás de esto, pero sí parece algo que merece la pena conocer 😉.
