¿Cómo influye la tecnología en el medio ambiente?
El pasado sábado 30 de marzo se celebró la hora del planeta, una iniciativa mundial de WWF para concienciarnos, a través de un gesto pequeño como apagar la luz durante una hora, sobre las necesidades de sostenibilidad del planeta en el que vivimos.
Esto nos da pie para hablar aquí de cómo influyen las tecnologías en nuestro medio ambiente, las tecnologías limpias, las necesidades energéticas y todo el ciclo de vida de los componentes tecnológicos que utilizamos.
La huella de carbono de toda la actividad tecnológica que producimos y con la que interaccionamos hay que conocerla y reducirla para disponer de un futuro sostenible.
A nivel empresarial, tecnologías como los “Green CPD” están especializadas en optimizar la energía eléctrica y la refrigeración necesarias para nuestros datacenter, como los principales aspectos que se reducen con este tipo de soluciones.
Por otro lado, la virtualización en buena medida reduce la necesidad de disponer de máquinas físicas, de más hardware construido y consumiendo recursos durante su ciclo de vida. La tecnología de contenedores como Docker, es incluso un paso más allá, al permitir reducir las necesidades del S.O. anfitrión y permitir más sistemas en menos espacio físico.
El cloud requiere de potentes centros de datos, pero son infraestructuras modernas, muchas veces ya situadas en latitudes donde la necesidad de refrigeración es menor, y aprovechando la economía de escala para reducir considerablemente el coste de los equipos, respecto a los CPDs de cada cliente tradicionales. Por tanto, el cloud también es una tecnología verde.
El ciclo de vida tecnológico a considerar
Si consideramos todo el ciclo de vida de nuestros dispositivos, desde su fabricación hasta el fin de su vida, hay aspectos como:
- De qué material están hechos. ¿Como se han extraído la materia prima? ¿han sido respetuosos con el medio ambiente y con los derechos laborales? Recordamos que el Coltán necesario para nuestros teléfonos móviles está detrás de guerras en África (Ruanda y el Congo).
- ¿Se han tenido en cuenta criterios energéticos en el diseño de los dispositivos? Etiquetas energéticas, estados de reposo de bajo consumo, marcado CE, compatibilidad electromagnética, etc.
- ¿Se han instalado adecuadamente para optimizar el consumo energético? ¿Se dispone de dispositivos para medir el consumo y poder actuar para mejorar?
- El reciclaje de los residuos de tipo RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos). Hay que tenerlo muy en cuenta, hay que gestionarlos adecuadamente, incluyendo responsabilidad legal en función de los actores implicados. En particular las baterías son el principal residuo peligroso para el medio ambiente.
A nivel personal también podemos actuar eligiendo los dispositivos, renovándolos (reciclando los viejos), optimizándolos y haciendo un uso responsable. Apagándolos cuando no se usan (si no tienen esos mecanismos de reposo óptimos) y preguntándonos por nuestra propia huella que generamos (incluyendo el transporte que elegimos para nuestro centro de trabajo o como nos desplazamos dentro de él).
En Inycom trabajamos con este tipo de tecnologías, con especialización en la Eficiencia Energética en el ámbito industrial, que permite disminuir la huella de carbono de la actividad, y a medio plazo (por qué no decirlo), reducir el importe de la factura energética.
Social Links: