La Gestión Energética como Estrategia Competitiva
Estos días dentro de un programa de formación en el que estoy inmerso entrabamos al detalle de lo que es la estrategia, y hacíamos hincapié en que nunca debemos confundir entre estrategia corporativa y estrategia competitiva.
Las empresas en sus planes estratégicos corporativos señalan y en letras mayúsculas el reducir sus costes energéticos ya que la energía es en ocasiones el segundo coste empresarial tras los salarios. ¿Qué pasa a la hora de trabajar sobre esta línea la estrategia competitiva? ¿Qué industrias en los últimos años no se ha planteado acciones que puedan llevarme a ser más eficiente con éxito? Muchísimas. ¿Y cómo lo hago? Es aquí quizá el mejor momento para recordar la ya mítica frase de Eisenhower donde decía que “El plan no es nada, pero la planificación lo es todo”.
La hoja de ruta para reducir consumos energéticos
Planifiquemos entonces, como empresa y bajo mi estrategia corporativa, la hoja de ruta que hemos de seguir para la búsqueda de mis objetivos de reducción de los consumos y costes energéticos y para definir aquellos recursos con los que me he de dotar para hacerlo posible. Cuando hablamos de energía la mejor planificación es apostar por implantar un sistema de gestión, permanente, retroalimentado de manejo de información y de toma de decisiones orientadas a evitar el “desperdicio” de energía. Pero no olvidemos que antes de correr se empieza a andar y es aquí donde aparece el concepto de auditoría energética y el papel que ésta ha de jugar dentro de una estrategia competitiva.
Implementación de un Sistema de Gestión Energética
La auditoría energética debe ser la base de la implementación de un sistema de gestión energética. La auditoría energética es una herramienta importante para establecer el nivel de eficiencia energética y mostrará la situación actual que nos ha de indicar el estado de la industria para poder planificar la implementación y definir los objetivos del Sistema de Gestión de Energía.
Muchas de las grandes empresas a las que entre noviembre de 2016 y febrero de 2017 les afectó el Real Decreto 56/2016 se enfrentan ahora, cuatro años después, a tener que volver a hacer una auditoría energética. La pregunta es, ¿por qué no se planificó en la estrategia corporativa una inversión para implantar un sistema de gestión de la energía si dentro de la estrategia competitiva de una empresa es tan importante como gestionar la producción, las finanzas o los recursos humanos?
Producir más consumiendo menos
“Nunca es tarde para ser lo que deberíamos haber sido” decía la novelista Ann Evans y que es de fácil aplicación en el entorno empresarial e industrial. La ecuación de base que todos deseamos “producir más consumiendo menos energía” no es de fácil solución, pero existen métodos que bien trabajados dan resultados muy satisfactorios y todo empieza por Gestionar la energía y una auditoría nunca vuelta y vuelta (de mínimos) y sí en “su punto”.
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